Tag Archive: Astrología de Relaciones


Susannah

Si echamos una mirada rápida a la carta natal de la madre de Charles Darwin (sin hora de nacimiento), podemos ver que:

* Plutón está Rx en Capricornio en conjunción Balsámica con Venus en el 0° de Capricornio

* Venus está en cuadratura exacta o partil con Marte en el 0° de Aries dentro de la fase del Último Cuarto

* Plutón y Marte forman una cuadratura dentro de la fase Creciente

* El NS de la Luna está en Virgo, regido por Mercurio Rx en Acuario

* Mercurio forma una inconjunción con el NS y una cuadratura con Saturno en Tauro dentro de los últimos minutos de la fase Diseminante

* El NN de la Luna está en Piscis, regido por Neptuno en el 0° de Virgo, exactamente inconjunto al NS

* El NN forma una t-cuadrada con Plutón que involucra también los Nodos Sur y los Nodos Norte de Plutón, Saturno y Júpiter y el NS de Venus y Mercurio

* El Nodo Sur de Marte está en Sagitario conjunto al NS de Urano, y ambos cuadran exactamente el eje de los Nodos Lunares en Virgo/Piscis.

* Los asteroides Lilith, Eros y Amor están en Piscis, conjuntos al NN.

Esta es la carta natal de Susannah Darwin:

Susannah Darwin - birthchart.jpg

Hay escasa información biográfica sobre Susannah, por lo cual es difícil determinar la condición evolutiva de su Alma. Intuitivamente, estos símbolos se correlacionan con un Alma que ha deseado liberarse del anterior condicionamiento proveniente del consenso de la sociedad, incluyendo liberarse de asignaciones de roles de género-Plutón en Capricornio, Urano en Aries-y patrones de relación-Marte/Venus en la cuadratura del Último Cuarto.

Sin embargo, el Alma está aún preparándose para abrazar plenamente los deseos de liberación y no se siente preparada para rebelarse contra las expectativas sociales del consenso, como se refleja en la cuadratura de Plutón y Marte que tiene lugar dentro de la fase Diseminante, el NS en Virgo regido por Mercurio Rx en Acuario en cuadratura con Saturno también dentro de la fase Diseminante.

El Alma ha sido intensamente reprimida y condicionada en vidas anteriores a través de enjuiciamiento y persecución de su naturaleza inherente o natural, basados en morales patriarcales y doctrinas religiosas.

Una razón de fondo para que eso ocurriera de ese modo se encuentra en la estructura natural del Alma, y los tipos de estructura egocéntrica que el Alma ha creado. Con Plutón/Venus en Capricornio y Saturno- regente del NS de Plutón en Capricornio – en Tauro y formando un trígono con Plutón, el NS de Plutón y el NS de la Luna en Virgo, estamos hablando de una estructura de Alma que inherentemente desea contribuir a la supervivencia del todo mayor de la sociedad. El Alma ha estado definida por deseos de actualizarse a sí misma en el contexto de las estructuras sociales existentes, a través de tipos de roles socialmente definidos y en las formas permitidas por el consenso, y de posponer o sacrificar sus propias necesidades inherentes o sus deseos personales.

El Alma se siente interiormente alienada de la realidad social – Plutón Rx en Capricornio, y el regente del NS, Mercurio, Rx en Acuario. La persona o máscara social creada por el Alma está en contradicción con la naturaleza de los intensos impulsos que existen en el Alma reflejados en la cuadratura Plutón/Marte. Existe una crisis relativa a la integración de una intensa energía sexual que es natural o intrínseca al Alma, la cual ha sido reprimida a fin de crear una persona de apariencia ‘pura’ y desapegada. Han existido intensos traumas en vidas anteriores con las resultantes memorias que son una base fundamental de estos temas.

Debido a que la energía instintiva, sexual, y de agresión, es intensa, el Alma ha creado experiencias para inducir o forzar que ellas sean reconocidas e integradas conscientemente:

* Urano en Aries forma un biseptil con Plutón dentro de la fase del Primer Cuarto

* el NS de Urano está conjunto al NS de Marte, ambos en cuadratura al eje de los Nodos Lunares

* Marte está en cuadratura a Plutón y a Venus,

* el regente del NS es Mercurio Rx en Acuario.

El Alma es extremadamente sensitiva y además tiene altos niveles de stress internalizado. Tiene que haber sido muy difícil para Susannah vérselas con su propia intensidad instintiva y emocional, en el tipo de contexto social y familiar elegido por el Alma en esa vida, y una serie de vidas previas.

Las razones por las cuales el Alma ha elegido crear esos tipo de experiencias incluyen:

(i) de nuevo, los deseos inherentes a esta Alma de contribuir al todo social a través de roles socialmente validados, y de posponer las necesidades personales. En términos prácticos, esto resulta equivalente a deseos de conformarse o adaptarse al orden social existente, a pesar de la no-conformidad inherente de la naturaleza emocional, instintiva y sexual del Alma con el orden social patriarcal;

(ii) la internalización o introyección de creencias meramente humanas sobre la sexualidad, con sentimientos de impureza resultantes y culpa inducida o artificial. Estas se han traducido en deseos de no ser sexual a fin de ser ‘pura’. Es decir, represión y supresión de la sexualidad natural del Alma. Dentro de esto, existen memorias de haber sido severamente castigada por quebrantar leyes o reglas meramente humanas sobre la sexualidad. Esto puede verse en la carta natal en:

* Mercurio Rx en Acuario en inconjunción con el NS en Virgo y en cuadratura a Saturno,

* Plutón/Venus en cuadratura con Marte

* Marte en oposición a Pallas Rx en Virgo en cuadratura a Plutón/Venus.

Con Plutón en Capricornio, Urano en Aries y Plutón en cuadratura con Marte, el Alma ha llegado a un punto en el cual no puede seguir reprimiendo todos los impulsos/representaciones y la energía que ahora está irrumpiendo en la conciencia consciente. Sin embargo, la personalidad no está relacionándose directamente con esa energía y esos contenidos, por las razones dichas, a través de dinámicas de evitación, negación, intelectualización, etc., como reflejan el NS de la Luna en Virgo regido por Mercurio RX en Acuario, y el NN de la Luna en Piscis regido por Neptuno RX en Virgo, con la Luna opuesta a Neptuno. Aquí se encuentra la causa de la condición médica que afectó el estómago y sistema digestivo que habría sido la causa de la muerte de Susannah.

* Venus está conjunto a Plutón en Capricornio, con el NS de Venus también en Capricornio

* todos estos están regidos por Saturno en Tauro en trígono con Plutón

* El NN de Venus está en Piscis conjunto al NN de la Luna que también está conjunto a los asteroides Lilith, Eros y Amor en Piscis, regidos por Neptuno Rx en Virgo que forma un trígono perfecto con Plutón/Venus y una inconjunción con Marte en Aries.

Estos símbolos se correlacionan con diferentes tipos de roles abrazados por el Alma en vidas más antiguas en tiempos naturales, matriarcales. Debido a que el regente del NS, Mercurio Rx en Acuario, está regido por Urano en Aries y forma un sextil con Urano, con Mercurio también formando una inconjunción con Júpiter RX en Cáncer, algunos de estos roles involucraban la enseñanza de leyes naturales y ritos de pasaje en la comunidad o tribu. Con Vesta en Acuario y el NN de Vesta en el 0° de Cáncer exactamente en cuadratura con Marte en el 0° de Aries, y en oposición a Plutón/Venus, los tipos de roles incluyeron también roles naturales de Vesta en la iniciación sexual de los muchachos al llegar a la pubertad.

El rol natural del arquetipo de Vesta fue horriblemente distorsionado por los hombres durante el patriarcado (véase: Plutón II, La Evolución del Alma a través de las Relaciones de Jeffrey Wolf Green). Podemos ver en esta carta natal el impacto de algunas de esas distorsiones, y las creencias y doctrinas creadas para justificar esas distorsiones, en vidas anteriores del Alma de Susannah, que produjeron altos niveles de trauma. Por ejemplo, es sabido que en culturas como Grecia y Roma muchas mujeres Vesta – Vestales – eran forzadas a desempeñar el rol inventado por el hombre de ‘prostitutas sagradas’ en templos. Allí debían mantener actividad sexual con hombres seleccionados por los sacerdotes. Las vidas de estas mujeres se desarrollaban en los confines del templo, y estaba prohibida la salida. También estaba prohibido para ellas tener sexo con nadie que no hubiera sido designado por los sacerdotes. Las Vestales que traspasaban ese límite eran enterradas vivas. Podemos ver el potencial de ese tipo de castigo en los siguientes símbolos:

* Plutón/Venus en Capricornio en cuadratura con Marte en Aries

* el NS de Venus conjunto a los Nodos Sur de Vesta y de Plutón, todos en Capricornio, y todos estos en cuadratura con Urano en Aries

* el regente del NS de la Luna, Mercurio Rx en Acuario, en cuadratura con Saturno.

También debemos fijarnos en:

* Mercurio RX en Acuario sextil a Urano en Aries y en semicuadratura con Marte en Aries,

* los Nodos Sur de Urano y Marte en Sagitario en cuadratura al eje de los Nodos Lunares, regidos por Júpiter RX en Cáncer opuesto a Plutón/Venus

Estos símbolos se correlacionan con castigos como lapidación debido a supuesta ‘infidelidad’.

En la sinastría entre Susannah y Charles, podemos observar los siguientes símbolos:

Charles - Susannah - Sinastry

* el Mercurio RX de Susannah en Acuario, regente de su NS, está conjunto al Quirón de Charles en Acuario en su Casa II, en cuadratura a sus Nodos Lunares (pasos evolutivos saltados)

* la conjunción de Plutón/Venus en Capricornio cae en la Casa I de Charles, formando un trígono con el NS de la Luna de Charles en su Casa V en Tauro

* Plutón/Venus de Susannah están regidos por su Saturno en Tauro, que está en trígono con su Plutón

* este Saturno está conjunto al NS de Charles, regido por el Venus de Charles en Aries, el cual está en cuadratura al Plutón/Venus de Susannah dentro de la fase del Primer Cuarto, y en conjunción con el Marte en Aries de Susannah dentro de la fase Nueva.

* el Sol de Susannah en Acuario está en cuadratura con los Nodos Lunares de Charles

* el NN de Marte del Charles en Aries está conjunto al Urano de Susannah.

Estos símbolos se correlacionan con conexiones de vidas anteriores entre el Alma de Susannah y el Alma de Charles, y relaciones de iniciación sexual, las cuales crearon profundos lazos entre sus Almas. Este tipo de lazo ha sido un factor causal para volver a encontrarse muchas veces más en vidas posteriores.

Si echamos aunque sea un vistazo a la carta compuesta entre Charles y Susannah, es sorprendente encontrar un masivo stellium de planetas en Acuario, con el eje nodal de la Luna en los Signos de Cáncer y Capricornio:

Charles - Susannah - CompositeEncontrar este stellium es sorprendente porque, precisamente, Cáncer y Capricornio se correlacionan con la transición del Matriarcado al patriarcado. Simbólicamente, Cáncer se correlaciona con la madre, y Capricornio con el padre. La incepción del patriarcado tuvo lugar alrededor del 6.500 a.C., durante la sub-Era de Capricornio de la Era de Cáncer. A la vez, una correlación de Acuario es exactamente la anterior Era de Acuario, que fue un tiempo en este planeta en que la cultura Matriarcal alcanzó una época de máximo desarrollo y esplendor. También Acuario, Urano, la Casa XI, se correlacionan con los que se llaman ‘traumas’ individuales o colectivos. El stellium de Acuario en la carta compuesta de Susannah y Charles incluye a Plutón, la Luna, en Sol, Venus, Quirón, Saturno y Mercurio. Claramente vemos aquí una correlación con conexiones de vidas anteriores en tiempos naturales, y con conexiones posteriores en el tiempo de la transición del Matriarcado al patriarcado.

Como un ejemplo, esta carta compuesta es sincrónicamente muy similar a la conjunción de Plutón/Neptuno/Urano del año 5036 a.C. Esta triple conjunción de Plutón, Urano y Neptuno formó varias conjunciones exactas en varios puntos alrededor de los años 5042 a 5036. Una de las conjunciones exactas puede verse en la carta a continuación, levantada para el 10 de Marzo del año 5036 aC. Esta carta también muestra un stellium masivo en Acuario, con los Nodos Lunares en el eje Cáncer/Capricornio:

10 March 5036 bC - Event chart

 

Estas cartas hablan claramente a nivel colectivo de los tipos de traumas que la especie humana creó para sí durante la implementación de las estructuras familiares patriarcales que se impusieron sobre la estructura familiar natural. Leyes meramente humanas fueron impuestas violentamente a fin de reemplazar la memoria biológica de la especie – Acuario – y las estructuras familiares patriarcales que estaban alineadas con esa memoria biológica. También podemos ver en estas cartas el impacto específico de las cosmologías, doctrinas y creencias creadas por los hombres, en la sexualidad y los patrones de relación. En la carta compuesta, Marte en Capricornio está conjunto al NN de la Luna, y Neptuno en Libra está en cuadratura al eje nodal de la Luna. En la carta del 10 de Marzo de 5036 aC, Marte está en Escorpio conjunto a su propio NS y al NS de Urano en Escorpio, y forma una cuadratura con Plutón y Urano en Acuario, el NS de Plutón está Rx en Libra en cuadratura al eje nodal de la Luna y opuesto por Saturno y Vesta en Aries, también en cuadratura a los nodos.

El stellium compuesto de planetas en Acuario indica que el encuentro de las Almas de Susannah y Charles en esa vida como madre e hijo necesariamente gatillaría memorias subconscientes en cada uno de ellos. Estas serían memorias de una profunda conexión mutua y de una mutua conexión con la Naturaleza, y memorias de trauma, separación y pérdida.

El 5/6 de Junio 2012 Venus transitará sobre la faz de nuestra Estrella, el Sol. Un evento astronómico muy raro, que sólo podemos observar una vez en la vida, o mejor dicho, dos veces, ya que ocurre ‘de a dos’, en pares, con un intervalo aproximado de  112 años entre cada par, y un intervalo de 8 años entre los dos eventos de cada par. La vez anterior de este par ocurrió el 2004. El par anterior fue en 1874 y 1882, y antes que esto, en 1761 y 1769. El tránsito de Venus, que se observa como un punto oscuro pasando sobre el Sol, marca una gran intensificación del arquetipo y la energía de Venus en forma colectiva, y para cada individuo sobre el planeta. Es un gran momento para todos nosotros. Este segundo evento del ciclo tendrá lugar con Venus retrógrado, en el grado 16° del Signo de Géminis. Venus estará formando aspecto con Neptuno-la octava superior de Venus- y con el asteroide Lilith, que estará conjunto a Neptuno. El asteroide Lilith se correlaciona con la naturaleza sexual femenina original, matriarcal, no condicionada por el patriarcado. Venus/Sol estarán además en trígono con el Nodo Sur de Neptuno, en Acuario, que se correlaciona con las raíces espirituales originales, matriarcales, de todas las Almas actualmente en el planeta. Estos símbolos en conjunto constituyen un hito en los procesos evolutivos fundamentales que están teniendo lugar para toda la humanidad sobre Gaia, cuya intención es producir una alineación con la Naturaleza, y con las formas de vida que colectivamente la humanidad terrestre necesita abrazar para restablecer el equilibrio con la Naturaleza quebrantado por el patriarcado, desde hace 8.500 años. La humanidad necesita volver a vivir de acuerdo con la Ley Natural, y estos son cambios que son condición de la posibilidad de supervivencia de la especie en este planeta. Venus se correlaciona con el instinto de supervivencia de la especie, y el instinto de supervivencia individual. Biológicamente, la especie humana está definida por la ley natural del dar, compartir, e incluir: es simplemente la forma en la que estamos hechos nivel biológico. Y sin embargo, esta ley natural ha sido vulnerada por  el patriarcado, que impone la ley artificial de competir en función del auto-interés exclusivo y excluyente. Esta ley artificial es causa del desequilibrio que el hombre ha creado en su relación con el hombre, como medio de mantener un sentido ilusorio de seguridad basada en el control y el poder, y un extensión de su desequilibrio respecto a la totalidad de la Naturaleza. El tránsito de Venus sobre nuestra Estrella marca una intensificación de estos requerimientos evolutivos, que se trasladan a nivel individual en una intensificación de los requerimientos evolutivos de cada Alma respecto a las formas en que necesita relacionarse: consigo mismo, con los demás seres, y con su Creador. Los aspectos que formará Venus al pasar sobre el Sol, con Neptuno, el nodo sur de Neptuno, y la Lilith original, se correlacionan con experiencias internas y externas ‘destinadas’, cuya intención es inducir estos requerimientos, incluyendo en algunos casos encuentros con otras Almas afines con quienes compartir este proceso. La Casa en que esta conjunción Sol/Venus cae en las cartas natales individuales, y sus aspectos con los planetas natales,  reflejarán en cada caso las áreas de la vida de cada persona en las que tendrá lugar esta intensificación y amplificación de esta energía. Es tiempo de aprovechar este potencial para evolucionar de regreso a lo que somos, para relacionarnos con nosotros mismos, los demás, y la Totalidad de Vida, de formas que manifiesten nuestra verdadera naturaleza, y nuestro origen sagrado.

EL CASO SCHREBER – UN ANÁLISIS DESDE LA ASTROLOGÍA EVOLUTIVA

INTRODUCCIÓN

El caso de Daniel Paul Schreber es uno de los más estudiados por el Psicoanálisis. Si bien no fue tratado directamente por ningún Psicoanalista, dejó escritas sus Memorias de un neurópata, y su historia fue estudiada por personajes principales del psicoanálisis o que tomaron posturas frente al psicoanálisis: Freud, Jung, Melanie Klein, Abraham, Jacques Lacan, Deleuze y Guattari, Elías Canneti, entre muchos otros. En términos muy simples, la historia del “Presidente Schreber” es la de un hombre que, luego de llevar una vida “normal” en la que no estuvieron ausentes el éxito y el prestigio social, comenzó a generar una serie de experiencias que se expresaron como un profuso delirio sobre su relación con Dios, y la necesidad de Dios de transformarlo en mujer para salvación de la humanidad.

Las discusiones originadas en torno al caso de Schreber han resultado de gran importancia en la elaboración psicoanalítica. El estudio de sus memorias resultó fundamental para la elaboración por Freud de su teoría de la paranoia. La polémica que se produjo entre Freud y Jung respecto a este caso puso de relieve diferencias teóricas entre ambos que llevaron a que Jung se apartara del Psicoanálisis. Sus diferencias se plantearon en torno a la naturaleza de la líbido. Esta discusión permitió a Freud posteriormente reformular de alguna forma su concepto de líbido, y poner de realce el papel del ego y formular, a partir de su comprensión de la psicosis, una teoría del narcisismo. Otras discusiones sobre este caso tuvieron por objeto la evaluación de los factores parentales en la generación de la psicosis. El análisis de Freud se centró, de acuerdo con sus teorías, en la influencia de la relación con el padre. Figuras posteriores releyeron el caso enfatizando el papel de la madre en el proceso de la enfermedad. Otras discusiones intentaron realzar la importancia de la dimensión social en la producción delirante de Schreber, la cual no habría sido suficientemente ponderada en el análisis de Freud.

En este artículo comento someramente acerca del caso Schreber, desde la perspectiva de la Astrología Evolutiva, a con el objeto de mostrar la utilidad que presta para la comprensión de un proceso psicológico, desde la perspectiva específica de la evolución del Alma.

ANTECEDENTES BIOGRÁFICOS

Schreber nació en Leipzig, Alemania en 1842, hijo de una familia educada y que fue intelectualmente influyente durante varias generaciones. Su padre fue un médico connotado y un prolífico escritor y diseñador de un método de educación y entrenamiento infantil. Su niñez transcurrió alrededor de la clínica ortopédica del padre. Más tarde, Schreber se doctoró en Derecho y llegó a ocupar puestos importantes en la magistratura. A los 35 años de edad se casa con una mujer quince años menor que él, aunque no consigue tener hijos, ya que su esposa tiene una serie de abortos espontáneos. Posteriormente adoptan una niña.

A los 42 años, Schreber se presenta de candidato a la cámara de diputados, elección que pierde con cierto estrépito. Atribuye al agotamiento debido a la campaña una primera crisis nerviosa, la cual denomina su “primera enfermedad”. Es internado en la clínica para enfermos nerviosos que dirige el doctor Flechsig. De acuerdo al historial clínico, el día de su ingreso en esta clínica presenta retardo verbal y labilidad emocional y grave hipocondria, manifestando la convicción de ser incurable. Luego manifestará hipersensibilidad auditiva, malestar cardíaco, humor irritable y lábil, pérdida imaginaria de peso. Esta crisis transcurre, según Schreber sin que “sobreviniera ningún episodio con implicaciones sobrenaturales”. Flechsig diagnostica hipocondría. Es dado de alta luego de seis meses de internación. Entre esta crisis y la “segunda enfermedad” transcurren ocho años, que Schreber describe en sus Memorias como excepcionalmente felices, excepto por la falta de la anhelada progenie.

LA SEGUNDA ENFERMEDAD – EL DELIRIO

El comienzo de la “segunda enfermedad” coincide con la notificación de la designación de Schreber como Presidente de la Suprema Corte de Justicia del Reino de Sajonia. En estos días registra el pensamiento de que “a pesar de todo, sería algo muy bello el hecho de ser una mujer en el momento en que es penetrada por el hombre”, la cual le lleva a pensar que si se le hubiera ocurrido esta idea “estando plenamente consciente, la habría rechazado con indignación”, no pudiendo “descartar la posibilidad de que haya actuado una influencia exterior que me impuso esta representación”.
Comienza a sufrir de insomnio y agotamiento, hace un intento de suicidio, y consulta nuevamente a Flechsig, quien lo recibió, según relata Schreber, con un elocuente discurso sobre los avances de la neurología. Es internado otra vez en Noviembre de 1893. Schreber ya sostiene ser “una muchacha asustada por ataques indecentes”.

El 14 de Febrero de 1894 describe una agudización de su estado, durante una ausencia de su esposa de la ciudad por cuatro días, que alcanza un punto culminante luego de una noche en que tuvo un “número inusitado de poluciones (sin duda media docena)”. A partir de esta noche se inician “las primeras manifestaciones de choques con fuerzas sobrenaturales”, la “conexión de nervios” con Flechsig, las “voces interiores” y el proceso de “eviración” o “transformación en mujer”. A partir de este momento, siente también que las “intenciones del profesor Flechsig” hacia él “no eran puras”, ya que no se atreve a mirarlo a los ojos.

Los meses siguientes serán el período más intenso y “sagrado” de su vida. “El tiempo durante el cual mi alma, exaltada por las cosas sobrenaturales que me invadían cada vez en mayor número en medio del rudo tratamiento que soportaba de exterior, estaba llena de las representaciones más sublimes sobre Dios y el orden del Universo”. El aspecto religioso de estas representaciones sorprende a Schreber, ya que éste no se considera “un verdadero creyente en el sentido de nuestra religión positiva”. En estos días, leerá en el periódico su propio aviso de defunción, entendiendo que “jamás habría de retornar a la sociedad humana”.

Inmerso en este “tiempo sagrado”, elaborará “los axiomas inherentes al orden del Universo”, que describen un complejo sistema metafísico y simbólico. El “orden del Universo” es una “construcción maravillosa” que se mantiene en equilibrio. Comienza a hablar de un dios superior y un dios inferior, de Ormuz y Arimán, y luego de una serie de arcontes que proyecta sobre la bóveda del cielo. El equilibrio de este Universo se rompe mediante el “Asesinato del Alma”. En Marzo de 1894, las voces denuncian la crisis desencadenada en los Reinos Divinos a consecuencia de un “Asesinato del Alma”, y Schreber declara que el siglo anterior hubo un asesinato del alma entre las familias Flechsig-Schreber, y que éste vuelve a intentarse.

Schreber siente que su enfermedad le ha hecho mantener relaciones con Dios contrarias al orden del Universo. En el orden del Universo, el Alma aspira, mediante una serie de purificaciones, a una “vida nueva”, la cual constituye un “estado de beatitud”, es decir, de goce ininterrumpido a través de la contemplación de Dios: “esta ebriedad permanente en el goce y al mismo tiempo en el recuerdo de su pasado humano, representa en efecto para las almas la dicha suprema”. Schreber señala que si bien la beatitud masculina es más elevada que la femenina, ésta es una sensación de voluptuosidad ininterrumpida.

EL DIOS DE SCHREBER

El Dios de Schreber está constituido de nervios, infinitos y eternos en los cuales reside su poder creador. Además del habla humana, Schreber distingue “una especie de lenguaje de nervios” del cual el ser humano corriente no es consciente, y al que compara con “las palabras recitadas en silencio”. Las experiencias de Schreber se rehúsan progresivamente a comunicación alguna, y van a requerir de un nuevo lenguaje. Éste lenguaje de Dios será una grundsprache (lengua básica) que Schreber caracteriza como un alemán algo arcaico, con muchas lagunas e incoherencias gramaticales y que se vuelve cada vez más lento, hasta convertirse en susurro permanente sin articulación perceptible.

Dios sólo establece relación directa con humanos en forma excepcional, y ésta se lleva a cabo mediante la “conexión de nervios”. Es a partir del asesinato del alma y la crisis causada por éste que Dios establecerá conexión con Schreber, quien considera que esta conexión depende únicamente de la voluntad de Dios: “la capacidad de maniobrar de tal manera los nervios de un ser humano es propia ante todo de los rayos divinos”.

EL DEVENIR MUJER DE SCHEBER

Al inicio del delirio, Schreber se resiste a su transformación en mujer, la cual siente como un abuso sexual de su cuerpo, como la forma en que Dios quiere “dejarlo tirado”, lo cual debe evitar mediante el pensamiento ininterrumpido. A partir de Noviembre de 1895, sin embargo, Schreber sentirá una voluptuosidad tal que le parece y tener un cuerpo de mujer, al punto de de que “ya no podía evitar seguir ignorando el término inmanente hacia el que se encaminaba todo el proceso”. En Julio de 1896, según registra Flechsig, Schreber le muestra el torso desnudo y le dice que tiene pechos casi femeninos. Llega así a la certeza de que la “eviración” era un imperativo absoluto del orden del Universo y “procurando un compromiso razonable”, aceptará que no le queda otra solución más que “hacerse a la idea de ser transformado en mujer” para ser fecundado por los rayos divinos. Schreber justifica su decisión pidiendo que no existe quien, “frente a la alternativa de volverse loco sin perder sus atributos masculinos o volverse mujer pero sana de espíritu, no optara por la segunda solución”. Considera que esta transformación es un proceso lento, que tomará cientos de años.

Durante toda su enfermedad, Schreber intenta diferenciar al Flechsig real del Flechsig de su delirio. Además, luego del período inicial de “tiempo sagrado” permanentemente se esfuerza por demostrar que se encuentra en condiciones de llevar una vida normal, reasumir sus funciones, y recuperar la administración de sus bienes, ya que su esposa le había sido puesto en interdicción.

En sus presentaciones judiciales, declara no tener intención de convencer a otras personas de la verdad de lo que le sucede: “dejo que el futuro decida si una transformación de mi cuerpo, fenómeno que pertenece a una esfera que se sitúa más allá de toda experiencia, deberá aportar más tarde la confirmación automática que espero”. Ofrece a los médicos su cuerpo para que puedan verificar la realidad de sus alegaciones sobre su cuerpo, el cual “de pies a cabeza está recorrido por nervios de la voluptuosidad como sólo ocurre en un cuerpo de mujer adulta, mientras que en el hombre (…) los nervios de la voluptuosidad están localizados únicamente en una zona que se circunscribe al sexo y a su proximidad inmediata”.

Se opone terminantemente a ser considerado un enfermo mental, declara no ser un peligro para nadie y señala que la prolongación de su internamiento no conlleva ningún beneficio, insistiendo en que el tiempo que le queda de vida no quiere pasarlo en un asilo donde sus facultades intelectuales son desaprovechadas, y carece de compañía. La solicitud de Schreber fue acogida por los tribunales tras algunos años, es dado de alta a los 60 años. Vive con su madre un tiempo, en 1902, y en 1903 se traslada a la casa de su esposa.

En 1907, se desarrolla una polémica entre las asociaciones de Leipzig que se acogían a la obra educativa del padre de Schreber, polémica que Daniel Paul Schreber es llamado a dirimir como representante de su familia, a fin de que ponga límites a los abusos del “nombre Schreber”. Ese mismo año muere su madre y al poco tiempo su esposa tiene un ataque de apoplejía. El 27 de Noviembre de 1907, en un estado de demencia profunda, es ingresado nuevamente a la clínica de enfermos mentales. Sabemos que muere el 14 de Abril de 1911.

FREUD Y SCHREBER

Freud va a diagnosticar a Schreber como paranoico, y a interpretar su historia, de acuerdo con sus teorías, como la historia de una distorsión sexual: la homosexualidad reprimida. Freud consideraba que en la base de la paranoia existía un afecto de carga positiva dirigido a figuras del mismo sexo, el cual, al no poder expresarse debido a la represión, invertía su carga para luego proyectarse: “yo no lo amo, él me odia”. De este modo, según Freud, lo reprimido adentro, retorna desde afuera. Posteriormente dirá, encuadrando esta figura en el complejo de Edipo, que el paranoico había fracasado en sublimar su deseo de la madre mediante la identificación con el padre, y se había identificado con la figura materna, lo que significaba asumir una posición pasiva, femenina, frente al padre.

En el libro de Freud sobre Schreber, la cadena argumentativa es muy simple: Flechsig sustituye al padre de Schreber, fallecido en su adolescencia; Schreber ama todavía más a Flechsig porque lo ha curado de su “primera enfermedad”. Sin embargo, la conciencia masculina se rebela contra este amor homosexual, y Schreber percibe a Flechsig como perseguidor y enemigo. Flechsig y los demás elementos del delirio, el Sol, Dios, serían imágenes del padre amado convertido en perseguidor. Posteriormente, en parte debido a la crítica que recibe de Jung en esta época y a propósito de este caso, sobre la naturaleza sexual de la líbido, Freud revisará sus planteamientos sobre el mecanismo paranoico y va a sostener que, al igual que en la generalidad de las psicosis, se produce un retroceso de la líbido a un estado de desarrollo pre-objetal, es decir, anterior a la madurez del desarrollo libidinal en el cual la líbido se dirigiría hacia objetos externos; la líbido retrocedería hacia un estadio que Freud denomina “narcisista”, eminentemente subjetivo, que sería propio de la época en que el sujeto aún no se constituía como tal y permanecía unido a la madre. Este retroceso implicaría que la realidad tal como existía para el sujeto deja de existir, al quedar desprovista de la carga libidinal que la sostenía, “desastre libidinal” experimentado en forma característica como un acabo de mundo. La paranoia sería, en este esquema, los intentos del sujeto por restablecer la realidad, de volver a investir libidinalmente el campo externo.

UNA MIRADA DESDE LA ASTROLOGÍA EVOLUTIVA

Veamos ahora, someramente, algo de información sobre el Alma de Schreber en su carta natal usando Astrología Evolutiva.

Carta natal de Schreber

Plutón se encuentra en la Casa III, en Aries, retrógrado. El Nodo Sur de la Luna está en la Casa VII en Cáncer, conjunto a Mercurio y Marte en la Casa VII en Cáncer. El regente del Nodo Sur, la Luna, se encuentra en la Casa II en Piscis. El Nodo Norte se encuentra en la Casa I en Capricornio, en conjunción con Júpiter y el regente Saturno, ambos retrógrados, y ambos en la Casa I en Capricornio. Saturno está en sextil con la Luna, en oposición a Mercurio. Mercurio está en oposición a Júpiter. Plutón está en cuadratura con el eje de los nodos. Plutón forma los siguientes aspectos: cuadratura al eje nodal, cuadratura con Mercurio y Marte, cuadratura con Júpiter, sextil con Neptuno en la Casa II en Acuario, retrógrado. Semicuadratura con la Luna y sesquicuadratura con Venus en la Casa VIII en Virgo, el cual está en oposición a la Luna, en trígono con Saturno y en sextil con Mercurio.

Entorno familiar

Esta configuración demuestra que Schreber nació en un entorno familiar en el cual sus necesidades emocionales y su expectativa de ser reconocido en su identidad propia, protegido, y nutrido, no fueron satisfechas. No sólo sus necesidades emocionales no fueron correctamente identificadas y suplidas, sino que el feedback emocional que recibió fue lo contrario de lo que esperaba, en el sentido de haber recibido agresión o violencia del entorno familiar. Esta violencia habría sido de carácter físico, emocional y verbal, y eventualmente sexual. Estas experiencias de la niñez habrían tenido el efecto de generar estados emocionales extremadamente intensos de inseguridad y desvalimiento. Sus reclamos no habrían sido atendidos. Estas dinámicas habrían dañado su cuerpo emocional, así como su auto-imagen. El entorno familiar habría sido orientado al control y la represión de su naturaleza emocional e instintiva (Mercurio y Marte conjuntos al Nodo Sur en la casa VII en Cáncer, en cuadratura con Plutón en la Casa III en Aries, la Luna en sesquicuadratura con Marte). Estos temas están fuertemente marcadas en esta carta, lo que demuestra que se trata de dinámicas que impactaron a Schreber de manera especialmente importante, afectando su configuración emocional y su auto-imagen, su sensación inherente de seguridad, y reprimieron su naturaleza instintiva. Además, generaron una inseguridad sobre su pensamiento, es decir, sobre su capacidad de ordenar racionalmente la realidad circundante.

La educación de Schreber

La carta habla de la aplicación sistemática y metódica de técnicas represivas en el entorno temprano y en la educación, y la vigencia inapelable de elementos de tipo ideológico como factores condicionantes. Es decir, no sólo existían prácticas represivas del aparato instintivo (Aries, Marte, la Casa I) y de la naturaleza emocional (Cáncer, la Luna), y de la movilidad exploratoria natural (Casa tres), sino que, según muestra la carta natal, existía un discurso sistemático de justificación de tales prácticas, que impactó mentalmente a Schreber, por cuanto debía de alguna manera manifestar su conformidad con este discurso “racional”, aún cuando ello implicara que lo que él sentía, valoraba, o pensaba, sería considerado “incorrecto” o “malo” (Mercurio conjunto a Marte y el Nodo Sur en la casa VII en Cáncer, en cuadratura con Plutón en la Casa III en Aries, y en oposición a Saturno y Júpiter en la Casa I en Capricornio; los aspectos de Plutón con mercurio, Marte y Júpiter, y su regencia en el Medio Cielo en Escorpio).

Una indagación de este tipo habría llevado a encontrar que, en efecto, el padre de Schreber, que fue considerado por mucho tiempo e incluso hasta el día de hoy, como un gran educador, puso en práctica su completo sistema pedagógico en su propio hogar, monopolizando poder, conocimiento y autoridad. Cabe señalar que un hermano de Paul Schreber, químico y abogado, se suicidó poco después de su nominación como Consejero del Tribuna del Dresde, en 1877, a los 35 años. Asimismo, la carta indica que se trata de ideas sobre la educación que se encontraban en pleno desarrollo en el contexto de la sociedad en que nació Schreber.

Schreber dice en sus Memorias: “pocos hombres habrá que hayan sido educados en principios morales tan severos”. Hay que notar que la autoridad moral del padre en el hogar tenía el respaldo de su condición de médico eminente, en una época en que la mirada médica inicia su conquista del poder ideológico (Plutón en la Casa III en Aries, rigiendo las casas X y XI). Es decir, el padre de Schreber encarnaba un saber científico, y consideraba, según sus palabras, que un educador es un hombre que tiene respuesta para todo. Su sistema educativo era completo: era necesario que el “paciente” o el niño fuera totalmente dócil, lo que sólo se adquiere con un entrenamiento muy precoz. La obediencia absoluta juega aquí un papel fundamental, y el entrenamiento temprano se encamina a producir este condicionamiento frente a la autoridad.

Sus principios pedagógicos, de acuerdo con sus obras, eran los siguientes: 1) El niño es malo por naturaleza. Se lo debe aislar de su naturaleza y someterlo a un adiestramiento moral y físico; 2) El niño debe aprender precozmente el “arte de la renuncia”, considerado fundamental para el proceso educativo. Para ello, debía provocarse en el niño un deseo que luego no será satisfecho pese a sus reclamos. La niñera, con el niño en las rodillas, debe comer y beber sólo para incitar el apetito y el deseo del niño, y oponerse a éste. El Dr. Schreber despidió inmediatamente a una niñera que dio al niño Schreber un trocito de pera, contraviniendo las órdenes; 3) El adulto debe controlar las tendencias del niño, y su cuerpo, para lo cual el Dr. Schreber diseñó sus ejercicios gimnásticos, los baños fríos y calientes alternados a partir de los tres meses de edad, y una serie de gadgets o dispositivos ortopédicos que coercionaban mecánicamente la postura corporal de los niños, para mantenerlos erguidos, para impedir ciertos movimientos, para impedirles tocarse a sí mismos. El padre de Schreber esperaba ser amado o venerado por sus hijos, anhelaba el agradecimiento de estos por su educación (Venus en trígono con Saturno, la Luna en sextil con Saturno, con Venus rigiendo la casa V y la Luna rigiendo la Casa VII). Esto significa que, junto a la presión directa ejercida sobre Schreber mediante las prácticas disciplinarias y el discurso, existía una manipulación emocional, basada en las propias inseguridades del padre educador (que compensaba mediante su certeza absoluta sobre todos los aspectos de la vida de sus hijos); y que, en consecuencia, contradecirlo, cuestionarlo o desobedecerlo, sería interpretado como un error desde una perspectiva racional y científica, pero además como una ingratitud, y la manipulación del padre (y la madre) generaría sentimientos de culpabilidad, el sentimiento de de ser inherentemente malo y de merecer sufrir.

Estas dinámicas sadomasoquistas en el hogar de Schreber y en su personalidad, están indicadas en la oposición Venus Luna en Virgo y Piscis, en las casas II y VIII, con Venus rigiendo la Casa IV; y la conjunción Saturno Júpiter con el Nodo Norte relativa a la cuadratura de Plutón al eje nodal, con Júpiter rigiendo la Casa XII. La Luna en la Casa II en Piscis opuesta a Venus en la Casa VIII en Virgo, en semicuadratura con Plutón en Aries, siendo la Luna regente del Nodo Sur en la Casa VII en Cáncer, conjunto a Marte, indica también el retroceso de la madre frente al deseo y la oralidad natural del niño en la etapa de amamantamiento, interpretado como rechazo y ocasionando, por la vía de la idealización de la madre, un temor sobre la propia naturaleza de deseo.

Más específicamente, estos símbolos se refieren a una madre que incita el deseo oral del hijo, pero que sin embargo es incapaz o se presenta como incapaz de contener o enfrentar esa naturaleza de deseo biológica y emocional (la conformidad de la madre en la enseñanza del “arte de la renuncia”, una “relación armoniosa” entre el padre y la madre reflejada en el sextil de la Luna con Saturno), una madre que retrocede ante ese deseo y cuyo desasimiento genera en el niño el temor a que sus ansias orales, sus impulsos amorosos y su búsqueda de seguridad dirigidos a la figura materna, puedan destruir a la madre, o de que su amor, sus ansias, puedan contaminarla.

La “forclusión del nombre del padre”

Resulta claro que existía en el hogar de Schreber una fuerte presión para adaptarse, por conformarse a la “forma correcta” de pensar, sentir y relacionarse, y para aceptar la validez de todo un conjunto de ideas y explicaciones que eran el fundamento ideológico de esa “forma correcta”. La vigencia de esta ideología era excluyente: era necesario rechazar todo lo que se oponía a ella. No se toleraban puntos de vista disidentes. Ni siquiera se los escuchaba. Este punto es importante, ya que para un niño el ser escuchado, entendido y creído, aunque sea por una única persona, es necesario para definir la relación que va a establecer con el universo simbólico. Con Plutón en la Casa III, y Escorpio en el MC regido por Plutón, y la cuadratura de este al eje nodal, Mercurio y Júpiter, resulta claro que la aceptación del niño Schreber en el mundo del lenguaje, en el mundo adulto, estaba condicionada a su renuncia a cualquier pensamiento que no validara de manera más o menos directa la ideología familiar. Hay que tomar en cuenta que se trata de una familia ilustrada, identificada en extremo con un rol social, el cual se ejerce mediante la razón –intelectuales, educadores, médicos; una familia para la que reviste una importancia suprema el estar en lo correcto, y para la cual la razón constituye el único medio de elevarse por sobre una naturaleza que se considera inherentemente mala.

La carta natal permite entender que cuando niño, Schreber fracasó en sus intentos de confrontar a la autoridad familiar (la cuadratura de Júpiter en la Casa I en Capricornio y Mercurio en la casa VII en Cáncer con Plutón en la Casa III), y que esto le trajo como consecuencia carecer de interlocutores. Frente a este rechazo, debió replegarse en sí mismo, experimentando un aislamiento doloroso que, considerando que debía contener por sí mismo sus emociones, tiene que haber producido una apertura al mundo de la fantasía llevándolo a la sensación de carecer de límites. Esto está indicado en la posición del regente del Nodo Sur en la Casa VII en Cáncer, la Luna, en la Casa II, en Piscis. Esta Luna está regida por Neptuno, que se encuentra también en la Casa II, en Acuario, regido a su vez por Urano en la Casa III en Piscis. Esto muestra que el retraimiento, la negativa a aceptar la “castración simbólica”, implicaba una rebelión frente a esta autoridad externa y constituía una forma de decir lo que no se aceptaba que dijera mediante palabras. La falta de validación por otro en el diálogo, la condición de aislamiento y la fragilidad de su estructura mental, implicaron una fuerte compresión a nivel mental, una inseguridad básica sobre la corrección racional o la validez de lo que pensaba. A diferencia de lo que ocurre con la mayoría de las personas, en el caso de Schreber, cada palabra podía tener significados devastadores, afectando potencialmente todas sus construcciones mentales. El Dios de Schreber será un Dios que le habla, que va a devenir puro lenguaje, un lenguaje que al comienzo no entiende pero que luego comienza a entender, y con el que mantiene una relación de diálogo.

La transformación en mujer

El punto de vista del Psicoanálisis de Freud y de Lacan implica que la participación en el universo simbólico mediante el lenguaje está supeditada a la sexuación. El sujeto debe aceptar la castración, la cual define la posición que va a tener en este universo, el tipo de carencia-castración o envidia del pene- que le va a permitir aceptar la falta de plenitud de la experiencia que es condición de una relación normal con los objetos mediante el lenguaje: un lenguaje coherente, poco significativo, adecuado para el funcionamiento social, pero cuyo fundamento último está dado por la ley, el “nombre del padre”. Schreber no aceptará estas reglas, y por lo tanto, su participación en el universo simbólico está amenazada por la fragilidad, y también su identidad sexual.

A lo largo de innumerables vidas, el Alma integra lo masculino y femenino que le son inherentes en formas concretas. La carta natal de Schreber no muestra que éste deba “convertirse en mujer”. Sin embargo, sí muestra que su encarnación como hombre es reciente, es decir, que está comenzando un ciclo nuevo, luego de una larga serie de vidas en que su Alma encarnó

Los sistemas espirituales hacia los cuales ha gravitado incluyen formas religiosas devocionales, el ocultismo, y el gnosticismo, entre otros. La carta muestra a un Alma que además ha estado definida por un sentido de responsabilidad hacia la comunidad, y asumido roles sociales en el tiempo de la transición del matriarcado al patriarcado (el eje nodal de la Luna en relación con los nodos de Júpiter, Saturno y Plutón). Asimismo, muestra encarnaciones pasadas de espiritualidad vinculada al Cristianismo (la Luna en Piscis regente del Nodo Sur de la Luna, opuesta a Venus en Virgo). La carta muestra asimismo las distorsiones producidas por el patriarcado en la espiritualidad, sufridas como mujer (el asteroide Lilith está en Capricornio, Casa I, conjunto a Saturno, Júpiter, y el Nodo Norte, conjuntos también a la Luna Oscura de Lilith; la Luna Negra de Lilith está conjunta a la Luna, en Pisicis, casa II, opuesta a Venus en Virgo en la Casa VIII). De partida, se trata de un Alma nacida en esta vida con rabia no resuelta debida a violencia y victimización experimentada en encarnaciones anteriores como mujer. Asimismo, la distorsión emocional producto del condicionamiento patriarcal han producido una rebelión contra su propia naturaleza femenina, y su naturaleza emocional, lo que se ha traducido en un conflicto con compromisos familiares, y pérdidas o duelos traumáticos. Estos traumas se han producido por partidas en viajes en búsqueda de sistemas de conocimiento, a lo largo de muchas vidas. El conflicto con su vida emocional, expresado en el conflicto entre su vida familiar y su vida espiritual. Por ello, los conflictos inherentes entre estos diversos sistemas de conocimiento a través de los cuales en definitiva se ha apartado de su vida interior, han implicado que creara un desequilibrio entre los hemisferios cerebrales derecho e izquierdo, que cortocircuita y dificulta, nuevamente, la experiencia interior. También había generado intensos sentimientos de culpabilidad a partir de estas experiencias.

Estos símbolos muestran también muestra el viraje hacia una espiritualidad definida por la falta, en que se plantea un conflicto inherente entre el espíritu y el cuerpo o “la carne”, y un deseo de someter la naturaleza de deseo, la naturaleza sexual natural, considerada “oscura”, a fin de ascender hacia lo espiritual, “luminoso”, y también el énfasis en el conocimiento secreto como medio de alcanzar la liberación respecto a la materia.

La experiencia de ser mujer y la experiencia de ser hombre son diferentes, porque están condicionadas por arquetipos distintos de la relación con el cuerpo y con el otro. La experiencia interna de una mujer está más conectada con el fenómeno de la vida a través de sentidos internos, y consciente o inconscientemente, con la Fuente de la vida. Por ello, su atención está preparada para escuchar internamente la vida que se gesta en su interior y los flujos asociados al proceso reproductivo. Esta interioridad de la experiencia implica un mayor desarrollo del tacto, el oído, el olfato. Implica una mayor capacidad natural para compartir. El hombre se orienta en cambio a experiencias más externas, dado que posee una capacidad menor de escucharse a sí mismo, se relaciona con la existencia a través de un impulso a penetrar, a adentrarse en lo exterior. El hombre tiene una mayor relación con su entorno a través de la visión, para perseguir objetos o bien para anticipar su llegada o su recorrido. El hombre en consecuencia se representa a sí mismo, mientras que la mujer se siente a sí misma, el hombre se representa su vida como una trayectoria mientras que la mujer se experimenta a sí misma momento a momento. Está diferencia entre el ser mujer y el ser hombre está exacerbada y distorsionada por el condicionamiento patriarcal, por las formas de vida que se impusieron a la mujer, enclaustrándola en un espacio doméstico, y reservando la exterioridad al hombre. Además, por el arquetipo del sadomasoquismo expresado en mitos tales como el Mito del Jardín del Edén, en que la mujer se instituye en responsable de la caída espiritual del hombre, y queda obligada a expiar por esa culpa. Es decir, en general la mujer traduce su experiencia para los otros en términos de su experiencia interior, y el hombre traduce su experiencia interior en términos de su logro, de su trascendencia. Evidentemente, la educación de Schreber y el tipo de expectativas sociales y familiares lo distanciaron de su experiencia interior, tanto de aquella almacenada en su memoria de vidas pasadas como de la vivida con una sensibilidad aún de mujer en su encarnación como hombre, principalmente debido al conflicto creado entre la vida emocional y familiar (Cáncer) y la vida espiritual.

Astrológicamente, la transición del matriarcado al patriarcado comenzó  en la sub-era de Capricornio de la Era de Cáncer, alrededor del 6.500 a.C . Ahora bien, el Nodo Sur de Plutón (así como el Nodo Sur de Saturno) se encuentra, en la época de nacimiento de Schreber, así como en la época actual, en Capricornio, con el Nodo Norte de Plutón (y el de Saturno), en Cáncer. Esto significa que el propósito evolutivo actual, para toda la humanidad, luego de haber estado fundamentalmente condicionado, por el patriarcado, a encontrar sentido en la exterioridad (Capricornio), se encamina a desplazar nuevamente la conciencia hacia la vida interior, el templo interior. Estos símbolos también significan la necesidad de integración de lo masculino y lo femenino.